Esta vez tocaba TOSCA y no me defraudó para nada, como tampoco lo hizo el Teatro Real, que pisaba por primera vez.
Los desayunos en la chocolateria de San Ginés fueron otro descubrimiento
el hotel, sencillo pero céntrico se puede recomendar el ROOM MATE MARIO en la calle Campomanes
Para rematar la jugada, tuve la inmensa suerte de que fue un raro fin de semana de Julio, en el que no hizo calor en Madrid, hasta el punto de que tuve que utilizar la chaqueta, por la mañana y por la noche, o sea que un gustazo.
Esti paisanu que de dia se ve con claridad, me dio un susto por la noche tremendo porque realmente parecía de verdad
Siempre es un placer visitar El Prado y si además te toca un Caravagio, de paso, es decir, que otro dia no hubiera podido verlo, aun más. Claro que la exposición de los paisajes de Roma tampoco tuvo desperdicio
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