El mes de Octubre ha sido recurrente en mis vacaciones, aunque no siempre con premeditación. Mi visita a Budapest también fue en Octubre y es un buen mes, para visitar ciudades europeas, el otoño hace aumentar los colores de los árboles, aun no hace frio pero ya no hace calor y eso permite patear las calles sin que te hinchen los pies.
Este año tocó PRAGA y no se por qué, pensé que tenía monumentos y rincones preciosos, pero la verdad es que nunca creí que tantos, y las excursiones a Karlovy Vary y Cesky Krumlov, también direron para mucho.
Una de las esculturas del Museo de la isla de Kampa, que parece hecho de cadenetas de ganchillo y al que llegamos atravesando un precioso parque en el que también hay esculturas, no tan bonitas, pero curiosas y a las que bautizamos como los bebés cabezones
El edificio "danzante" de Frank Gerry que talmente parece una pareja bailando y al que también llaman Ginger y Fred
Un curioso escaparate en el pasadizo que va desde la plaza Wenceslao al jardin franciscano en el que la escultura me recordó a los derviches
La terraza del restaurante Bellavista cerca del castillo ofrece unas inmejorables vistas de la ciudad
y la sopa-pote buenisima
Monumento a las victimas del comunismo en la escalinata de la parte baja de la colina Petrin en la calle Ojuz
El puente de Karlos con sol
Los parques infantiles tambien en Praga
Otro modelo de novios
2 comentarios:
Esta vez me ha encantado sobre todo la presentación. Desde luego Praga ha cambiado bastante desde 1992.
Consuelo
Bonita ciudad y bonito montaje. Me gusta.
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